Desde la producción del primer camión a diésel en 1924, y el primer automóvil a diésel en 1936, Bosch ha sido uno de los principales proveedores de tecnología diésel del mundo. El sistema de tratamiento y dosificación de gas de escape, Denoxtronic, se utiliza en un gran número de vehículos a diésel como nunca antes. Por consiguiente, dado que su importancia va en aumento, también aumenta su potencial para el taller. El sistema funciona al inyectarse una solución de urea acuosa conocida como fluido de escape a diésel (DEF/AdBlue) en el flujo del escape y, en combinación con el convertidor catalítico SCR, convierte los óxidos de nitrógeno dañinos (NOx) en agua y nitrógeno.